Amo la libertad de vivir porque me deja llegar hasta donde yo quiera y me permite explorar rincones oscuros, prohibidos y tener experiencias poco comunes.
Soy única y auténtica. Me siento orgullosa de quien soy, de lo que he construido. Nadie me lo puede quitar. No pretendo competir con nadie, sino lograr la mejor versión de mí misma.